Solo quería que me tronara el cuello …
Y terminó en una cama de hospital.
Solo quería que me tronara el cuello …
Y terminó en una cama de hospital.
Tenía un dolor molesto en el cuello.
Nada grave, pensó.
Un amigo le dijo:
“Ve con el huesero, él te acomoda en dos minutos.”
Y fue.
Pero no salió caminando.
Salió en camilla. Inconsciente.
—
La imagen muestra una fractura cervical con disección de la arteria vertebral,
que provocó un infarto cerebeloso.
Una sola maniobra mal ejecutada.
Un giro de cuello con fuerza indebida.
Y todo cambió en segundos.
— La columna cervical NO es un lugar para improvisar.
Un movimiento brusco o mal dirigido puede:
• Lesionar la médula espinal
• Ocasionar parálisis
• Provocar hemorragias internas
• E incluso causar la mu3rt3
—
Antes de dejar que alguien “acomode” tus huesos, pregúntate: ¿Es un fisioterapeuta titulado?
¿Tiene conocimientos médicos?
¿Conoce anatomía, trayectos nerviosos y vasculares?
¿Sabe identificar signos de alarma?
Porque cuando el dolor cede, todo parece ir bien…
pero cuando algo se rompe, ya no hay vuelta atrás.
— Tu salud no es un experimento.
No pongas tu columna cervical —ni tu vida— en manos de la desinformación.
Consulta siempre con profesionales calificados.
Porque en el cuello, la línea entre el alivio y el desastre… es tan fina como una vértebra.
—-
Advertencia: esta información es de carácter académico e informativo. No reemplaza la valoración médica presencial ni debe utilizarse para autodiagnóstico. Ante cualquier síntoma, consulta siempre con un profesional de salud