Solo imagina el peso que deben soportar sus rodillas.
Esta imagen no está editada.
Es una radiografía real.
Y muestra algo que todos necesitamos ver:
Los huesos de esta persona son iguales a los tuyos o a los míos.
Pero la carga que deben soportar es inmensamente mayor.
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La obesidad severa no solo es un cambio visible.
Es una transformación profunda en la relación entre el cuerpo y sus límites:
– Las rodillas se desgastan.
– Las caderas se deforman.
– El cerebro se fatiga más rápido.
– El corazón trabaja con sobreesfuerzo.
– La respiración se compromete.
– El páncreas entra en crisis metabólica.
– Y el hígado… se llena de grasa silenciosa.
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Esto no se trata de estética.
No es un juicio al cuerpo.
Es una alerta a la salud.
La obesidad es una enfermedad crónica, compleja y multifactorial.
Y también es prevenible y tratable.
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Si estás en esta lucha: no lo enfrentes solo.
Busca acompañamiento profesional.
Haz cambios sostenibles, no extremos.
Celebra cada mejora, no la perfección.
Porque el objetivo no es tener un cuerpo ideal.
El objetivo es que tu cuerpo te acompañe… toda la vida.
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Advertencia: Esta publicación es con fines educativos. No reemplaza la consulta médica. Si tienes dudas sobre tu salud, acude a un profesional de confianza