Si orinas en la ducha, ten cuidado, debes saber que… Mira el primer comentario 👇👇

 

Si orinas en la ducha, ten cuidado, debes saber que…
Mira el primer comentario 👇👇

Descubra por qué un médico desaconseja que las mujeres orinen en la ducha. Aprenda más sobre las preocupaciones de higiene y sus ventajas y desventajas.

Orinar en la ducha ha generado debates, y sus defensores destacan el ahorro de agua. No obstante, la Dra. Alicia Jeffrey-Thomas, especialista en salud pélvica, recomienda precaución médica, especialmente para las mujeres que nacieron con el sexo femenino.

En este artículo completo, profundizamos en el tema, analizando las ventajas, desventajas, efectos sobre la salud y el ahorro sustancial de agua. Al final, comprenderá a fondo el tema para tomar una decisión informada.

Agarrando el caso del agua corriendo

Orinar en la ducha
Imagen de PublicDomainPictures de Pixabay

Orinar en la ducha ofrece una perspectiva atractiva para el ahorro de agua. Combinar las duchas diarias con la micción podría ahorrar 2190 litros (579 galones) de agua del inodoro por persona al año. Imagine si toda la población estadounidense adoptara esta medida: un ahorro anual total de agua de 699 000 millones de litros (185 000 millones de galones). Estas cifras ponen de manifiesto los importantes beneficios ambientales que ofrece este hábito poco convencional.

Consecuencias para la salud: Tu suelo pélvico

A pesar de la convincente justificación del ahorro de agua, es crucial evaluar los posibles efectos sobre la salud. La Dra. Alicia Jeffrey-Thomas, destacada experta en salud pélvica, profundiza en este tema en su video de TikTok. Describe los posibles riesgos para la salud del suelo pélvico y la vejiga que supone orinar habitualmente en la ducha.

• La Asociación Pavloviana

Trazando un paralelo fascinante, la Dra. Jeffrey-Thomas compara esto con el experimento del perro de Pavlov, subrayando la capacidad de nuestro cerebro para formar asociaciones. En ese estudio clásico, los perros relacionaron el sonido de una campana con la alimentación, lo que les provocó salivación al sonido de la campana, independientemente de la comida.

Si lo reducimos a orinar en la ducha, como lo describe el Dr. Jeffrey-Thomas: “Si orinas en la ducha o abres el grifo, o abres la ducha y luego te sientas en el inodoro mientras corre el agua, estás creando una asociación en tu cerebro entre el sonido del agua corriendo y tener que orinar”.

Orinar en la ducha
Imagen de Pexels en Pixabay

• Posibles consecuencias

Esta conexión, especialmente cuando se combina con la disfunción del suelo pélvico, podría provocar problemas urinarios inesperados. Si orinas habitualmente en la ducha y padeces disfunción del suelo pélvico, podrías experimentar micción involuntaria provocada por el sonido del agua corriendo, ya sea el chorro, el grifo o la cisterna del inodoro.

No vaciar completamente la vejiga puede provocar posibles problemas de salud, como destaca el Dr. Jeffrey-Thomas: “Incluso en esta postura del Capitán Morgan [una pierna en alto], el suelo pélvico no se relajará adecuadamente, lo que significa que no se vaciará la vejiga correctamente”.

Ponerse en cuclillas en la ducha: ¿ayuda?

 

En cuanto a la conveniencia de orinar en cuclillas en la ducha, el Dr. Jeffrey-Thomas explica en un video posterior que es preferible evitar orinar mientras se ducha. Sin embargo, si la necesidad de orinar es urgente, sugiere una  posición en cuclillas completas  para relajar eficazmente los músculos del suelo pélvico.

El fenómeno de la descarga del inodoro

Imagen de Htc Erl en Pixabay

Al responder a la pregunta de por qué tirar de la cadena no provoca la necesidad de orinar, la Dra. Jeffrey-Thomas aclaró que «al tirar de la cadena, ya se ha orinado, por lo que no se crea esa asociación». También señaló que la intensidad de la necesidad de orinar varía de una persona a otra. Por lo tanto, si controlar la necesidad de orinar en la ducha parece extremadamente difícil, podría indicar un problema subyacente.

Explorando en profundidad la disfunción del suelo pélvico

Foto de Leonardo Menegazzo en Unsplash

La disfunción del suelo pélvico es una afección frecuente en un número considerable de mujeres. Considere los siguientes puntos concisos:

El suelo pélvico está compuesto por un conjunto de músculos responsables de sostener órganos como la vejiga, el útero (en las mujeres), la próstata (en los hombres) y el recto.
El debilitamiento o la rigidez de estos músculos pueden provocar disfunción del suelo pélvico.
Las indicaciones incluyen incontinencia urinaria e intestinal, dolores lumbares y dolor durante las relaciones sexuales.
Numerosos factores pueden contribuir a esta afección, como el parto, la cirugía, la edad avanzada, la obesidad y las actividades de alto impacto.

Dada la posibilidad de que orinar en la ducha pueda empeorar los síntomas de disfunción del suelo pélvico, es fundamental comprender estas consecuencias antes de establecer dicha rutina.

Además de los factores de salud general, es fundamental considerar las repercusiones específicas para la salud de las personas con anatomía femenina al nacer. La Dra. Jeffrey-Thomas aclara que las personas con anatomía femenina no están biológicamente adaptadas para orinar de pie. Por lo tanto, orinar en la ducha podría agravar los problemas de salud pélvica.

Orinar de pie puede dificultar la relajación adecuada de los músculos del suelo pélvico, lo que podría provocar un vaciado vesical incompleto. Este vaciado incompleto puede aumentar el riesgo de infecciones del tracto urinario (ITU) y otros problemas urinarios relacionados.

Los pros y contras de orinar en la ducha

Considerando la gran cantidad de información disponible, es vital evaluar las ventajas y desventajas para tomar una decisión informada respecto a orinar en la ducha:

Ventajas

• Ahorro sustancial de agua: Orinar en la ducha puede ahorrar un volumen considerable de agua anualmente.
• Rapidez y comodidad: Para muchas personas, esta opción se basa en su comodidad.

Desventajas

• Posibles implicaciones para la salud: Orinar en la ducha podría contribuir a problemas como disfunción del suelo pélvico y problemas de control de la vejiga.
• Conexión con el agua corriente: Existe el riesgo de desarrollar una respuesta condicionada, que podría resultar en micción involuntaria al oír el sonido del agua corriente.
• No es completamente higiénico: A pesar de que la orina es mayoritariamente estéril, puede contener bacterias dañinas, lo que podría aumentar el riesgo de infecciones.

Fotografía de Armin Rimoldi

El debate sobre orinar en la ducha abarca varios aspectos. Si bien la posibilidad de un ahorro considerable de agua es notable, las posibles consecuencias para la salud merecen atención. Las observaciones de la Dra. Alicia Jeffrey-Thomas sirven como un estímulo vital para reflexionar sobre los efectos duraderos de nuestros comportamientos en nuestro bienestar. En nuestra búsqueda de responsabilidad ecológica, no debemos descuidar la importancia de cuidar nuestra salud y bienestar. Si bien la decisión final recae en cada persona, optar por decisiones informadas y basadas en la concienciación es siempre prudente.