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Fuerzas iraníes al límite: “Nos dieron luz verde… y responderemos”
Noticias País, Teherán, Irán. “No daremos marcha atrás”, fue la advertencia contundente con la que el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, Abdolrahim Musavi, dejó claro que su país no se quedará de brazos cruzados ante el bombardeo ejecutado por Estados Unidos contra tres de sus instalaciones nucleares.
Desde este lunes, el escenario geopolítico regional enfrenta una nueva etapa de tensión, marcada por promesas de respuesta y una amenaza directa a los intereses militares estadounidenses.

El pronunciamiento del alto mando militar no fue una declaración aislada. Se trató de un mensaje con múltiples destinatarios y un tono decididamente beligerante, luego del ataque ocurrido el domingo contra los complejos de Fordow, Natanz e Isfahán, considerados estratégicos dentro del programa nuclear iraní.
Musavi señaló que estas acciones rompen todos los límites del derecho internacional y representan, según sus palabras, una “violación flagrante de la soberanía nacional”.

Con un tono cargado de firmeza y desafío, Musavi acusó directamente a Washington de actuar en alianza con el “régimen sionista”, aludiendo a Israel, cuyo gobierno ha estado involucrado en una ofensiva militar desde el pasado 13 de junio.
El jefe militar insistió en que las represalias no están descartadas, y que las fuerzas armadas iraníes tienen ahora las manos libres para responder en el terreno que consideren necesario.

La tensión en Oriente Medio ha alcanzado un nuevo pico. Los recientes ataques a infraestructuras nucleares no solo marcan una escalada técnica, sino también simbólica.
Para Teherán, el mensaje de Estados Unidos no solo destruyó objetivos materiales, sino que desafió su capacidad de defensa y autonomía estratégica. Y la respuesta, según prometen las autoridades iraníes, será del mismo nivel o superior.

La comunidad internacional observa con preocupación cómo se profundiza este ciclo de amenazas, con el riesgo de un enfrentamiento directo entre potencias con alto poder de fuego y profundas diferencias ideológicas.
Mientras Washington mantiene silencio sobre la advertencia iraní, desde hoy las autoridades militares del país persa dan por abierta una nueva fase del conflicto, una donde el margen de negociación parece desvanecerse.