Aquí yace el culpable de un infarto…
Aquí yace el culpable de un infarto…
Una arteria abierta, expuesta, revelando años de daño acumulado. Lo que ves no es un túnel ni un objeto extraño: corresponde a un corte transversal de la arteria coronaria descendente anterior izquierda (LAD), una de las arterias más importantes del corazón.
¿Qué estamos viendo? Una placa fibrolipídica con núcleo necrótico, una acumulación de lípidos, células muertas y tejido inflamatorio.
Se observa una hemorragia intraplaca, evidencia de rotura interna.
Y lo más impactante: un trombo recanalizado, señal de que el cuerpo intentó restaurar el flujo… pero demasiado tarde o de forma insuficiente.
Este tipo de lesiones no aparecen de la noche a la mañana. Se forman durante años de daño silencioso: colesterol alto, hipertensión, tabaquismo, diabetes no controlada, sedentarismo…
Hasta que un día, sin avisar, se rompen. Y el corazón sufre las consecuencias: Infarto
Isquemia
Arritmias
O incluso, muerte súbita
— Cuidar el corazón también es prevenir lo invisible.
El colesterol se controla.
La inflamación se detecta.
Los hábitos se transforman.
Porque muchas veces, antes de que el corazón duela… ya está en peligro.