El llantén es una planta medicinal que se utiliza para una variedad de propósitos debido a sus propiedades beneficiosas. Entre ellas destacan su acción cicatrizante, antiinflamatoria, antiséptica y antibacteriana, lo que lo convierte en una excelente opción para el tratamiento de heridas, llagas, quemaduras, picaduras de insectos y afecciones respiratorias.
Beneficios específicos del llantén:

Cicatrización: Ayuda a acelerar la curación de heridas y llagas, tanto internas como externas.
Antiinflamatorio: Alivia la inflamación en diversas áreas del cuerpo, incluyendo articulaciones, músculos y tejidos.
Antiséptico y antibacteriano: Desinfecta y combate infecciones bacterianas en heridas y otras áreas afectadas.
Afecciones respiratorias: Reduce la tos, calma la irritación de garganta y facilita la expulsión de flemas.

Problemas digestivos: Ayuda a calmar la gastritis, úlceras y diarrea.
Otros usos: Se utiliza para tratar hemorroides, vaginitis, leucorrea (flujo blanco), úlceras varicosas y, en algunos casos, para controlar los niveles de azúcar en sangre.
Laxante suave: Ayuda a facilitar la digestión y a promover la limpieza del organismo.
Diurético: Puede ayudar a eliminar el exceso de líquidos del cuerpo.
Antioxidante: Ayuda a combatir el envejecimiento prematuro.
Estimula el sistema inmunológico: Refuerza las defensas del cuerpo.

Modos de uso:
Infusiones:
El llantén se puede tomar en infusión para tratar afecciones respiratorias, digestivas y otros problemas de salud.
Cataplasmas:
Las hojas machacadas se pueden aplicar directamente en heridas, quemaduras y picaduras para aliviar la inflamación y acelerar la cicatrización.
Jarabe:
Se puede preparar un jarabe de llantén para aliviar la tos y la irritación de garganta.
Localmente:
El llantén se puede aplicar localmente en forma de crema, pomada o solución para tratar afecciones de la piel y otros problemas.