Síndrome de CREST: una alerta silenciosa que empieza por las manos
Síndrome de CREST: una alerta silenciosa que empieza por las manos
Lo que a menudo inicia como un síntoma aparentemente inocuo —dedos fríos o cambios de color— puede ser el primer signo de una enfermedad autoinmune compleja. El síndrome de CREST, una variante limitada de la esclerodermia, se manifiesta de forma progresiva y puede comprometer múltiples órganos.
Sus principales características clínicas se resumen en el acrónimo CREST:
• C: Calcinosis – depósitos de calcio en piel y tejidos blandos, visibles en radiografías.
• R: Fenómeno de Raynaud – episodios de vasoespasmo en los dedos, que cambian de color (blanco-azul-rojo) y se acompañan de dolor.
• E: Alteraciones esofágicas – dificultad para tragar, ardor y reflujo, por afectación del músculo liso del esófago.
• S: Esclerodactilia – endurecimiento y engrosamiento de la piel de los dedos, que limita el movimiento.
• T: Telangiectasias – pequeñas dilataciones vasculares visibles en la piel.
El diagnóstico se basa en la clínica, estudios de imagen (como la radiografía que revela calcinosis), y pruebas inmunológicas específicas (anticuerpos anticentrómero, entre otros). Aunque no tiene cura, el tratamiento oportuno puede ralentizar la progresión, controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
Recomendacion final: Síntomas como dedos fríos, endurecimiento cutáneo o dificultad para tragar no deben subestimarse. Identificar estas señales puede hacer la diferencia entre un diagnóstico temprano y complicaciones severas. Escuchar al cuerpo es una herramienta diagnóstica poderosa.