Luego de semanas de dudas, insinuaciones y momentos de tensión, finalmente Eugenia decidió abandonar la casa de Gran Hermano. Lo hizo de forma sorpresiva, inesperada, pero con total determinación. «ME VOY POR LA GIRATORIA, VENGAN A SALUDARME», gritó este mediodía mientras todos los participantes se encontraban reunidos en el patio. En un principio nadie la tomó en serio. Pensaron que era otra de sus tantas amenazas, un acting más, una forma de llamar la atención.

Pero esta vez fue diferente. Eugenia caminó decidida hacia la puerta giratoria, saludó a algunos compañeros, ignoró a otros, y cruzó el umbral que separa la casa más famosa del país con el mundo exterior. En cuestión de segundos, dejó de ser jugadora para convertirse en ex participante.

Este inesperado abandono sacude el juego y modifica por completo la gala de eliminación prevista para el domingo-lunes, donde Eugenia se encontraba nominada junto a Katia, Ulises y Juan Pablo. Con su salida, la placa se acorta y las chances de Katia de irse aumentan notablemente, ya que muchos seguidores en redes la consideraban la rival más directa de Eugenia.

La reacción dentro de la casa fue una mezcla de sorpresa, alivio y desconcierto. Algunos se quedaron mudos. Otros no ocultaron su molestia. Eugenia venía teniendo conflictos con varios compañeros, y su decisión de irse fue vista por algunos como una forma de rendirse, mientras que otros creen que fue una jugada para proteger su imagen fuera del juego.

En redes, los fanáticos estallaron. El video del momento ya circula en todas las plataformas, y no para de sumar reproducciones. El debate ahora gira en torno a cómo afectará esto al juego, qué hará la producción con la gala del domingo y si habrá o no un reemplazo.

Eugenia se fue. Se terminó su historia en la casa. Y el juego, una vez más, cambió de rumbo.